PROYECTO CASA DE LA
MEMORIA
PALABRAS
CON EXCLAMACIÓN E INTERROGACIÓN
“Mendigar derechos es propio
de cobardes incapaces de ejercitarlos”
José Martí.
Los
integrantes del Colectivo Militante por los Derechos Humanos de Pergamino
queremos dar a conocer nuestra posición en relación al Proyecto de Ordenanza
que propone constituir la Casa
de la Memoria
de Pergamino, en la vivienda que fuera habitada por María Cristina Lanzillotto
y Carlos Benjamín Santillán, ambos secuestrados y desaparecidos durante la última
Dictadura Cívico-Militar. Además de la recuperación del inmueble, el Ejecutivo
Municipal se plantea desarrollar acciones que históricamente llevaron adelante
las organizaciones de derechos humanos a través de su lucha; cuestión que
entendemos vale la pena poner en discusión.
En primer lugar se debe dejar en claro que los
derechos humanos han sido establecidos en convenciones internacionales y
pertenecen a toda la humanidad, es decir cada individuo, sin distinción, goza
de ellos; a partir de ahí los Estados adhieren y se comprometen a establecer
políticas en ese sentido. En nuestro país el Gobierno Nacional, Provincial y
Municipal tienen la obligación de garantizar su cumplimiento y más aún, que
desde las distintas instituciones que los integran no se los avasalle.
Por otra parte, creemos que la lucha en defensa
de los derechos humanos es potestad de los pueblos a través de sus
organizaciones, muchas veces enfrentando a las instituciones del Estado cuando
son estas mismas las que los vulneran. En la práctica, el modo de disciplinamiento
que supone el ejercicio del poder, tal como está concebido en el orden
imperante, deja a las claras que el Estado no puede ser Juez y parte, o
sencillamente no puede estar de los dos lados del mostrador.
En el caso local que nos convoca, se deslizan
al menos ciertas contradicciones: ¿Cuál es el rol que se plantea el Ejecutivo
Municipal al querer ocupar un lugar que naturalmente es un símbolo de las
organizaciones que luchan por los DDHH?. Nos da la sensación que de forma arbitraria
se ha decidido diseñar e implementar una serie de actividades sin contar con la
autoridad y la trayectoria, que se logran con el trabajo permanente, y con el
valor de levantar esta bandera más allá de los gobiernos y las circunstancias.
Ante esto, valdría preguntarse cual es el rol
que se les confiere a las organizaciones locales abocadas al respeto y el
cumplimiento de los derechos humanos, al acompañamiento de los familiares de
nuestros desaparecidos, a la recuperación de la memoria, a la búsqueda de la
verdad y la justicia, y a la visibilización de aquellos temas de los cuales las
conveniencias políticas actuales obligan a hacer la vista gorda.
Desde el Colectivo Militante por los Derechos
Humanos creemos que las organizaciones debemos continuar nuestro trabajo de
forma autónoma y en total independencia de los poderes del Estado, esta convicción
nos permitirá tener claro cual es nuestro rol social y actuar consecuentemente,
sobre todo cuando ya hemos aprendido que la libertad y los derechos no se mendigan…se
conquistan.
Apoyamos al Colectivo militante por los Derechos Humanos!!!
Den difumino che!!! sin movimiento no hay resultados.
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